EL PRINCIPIO DEL FIN
No por no
sorprendente ni ampliamente anunciada ha sido menos preocupante la noticia de
la eliminación de la asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos
Humanos que ha hecho pública hoy el Ministro de Educación José Ignacio Wert. De
nada sirvieron los pronunciamientos del Tribunal Supremo y del propio Tribunal
Constitucional, que llegaron a la conclusión de que “en los casos presentados
no existe el derecho a la objeción de conciencia” y que “los decretos
examinados, ambos referentes a la Educación Secundaria, por sí mismos no
alcanzan a lesionar el derecho fundamental de los padres para que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones".
Con argumentos
basados en la mentira (citas de libros que nada tienen que ver con
ella) el Gobierno elimina la asignatura de Educación para la Ciudadanía.
No llego a
entender los motivos de la animadversión de determinado sector respecto a esta
materia. Realmente de su contenido únicamente se desprenden una serie de
conceptos que tienen que ver con la libertad, la democracia, el diálogo, la
igualdad… Seguramente por aquí les viene el problema.
Una
de las primeras cosas que descubro en la mayoría de referencias que se hacen en
los medios de comunicación, en las manifestaciones, en las intervenciones de
quienes están en contra, es se ha eliminado parte del nombre: el nombre
completo de la asignatura es “Educación para la ciudadanía y los derechos
humanos”. No es casual. Parece difícil
posicionarse contra una asignatura que trata de los derechos humanos, así que
mejor se elimina la referencia a los mismos y así evitan entrar en el debate.
Quizá el problema
sea su propio contenido, subversivo para determinados planteamientos sociales:
·
Reconocimiento de los sentimientos propios y ajenos, resolución dialogada y
negociada de los conflictos.
·
Preparación y realización de debates sobre problemas del entorno inmediato
o de carácter global, sobre cuestiones de actualidad y dilemas ético-cívicos,
considerando las posiciones y alternativas existentes.
·
Análisis comparativo y evaluación crítica de informaciones proporcionadas
por los medios de comunicación sobre un mismo hecho o cuestión de actualidad.
·
Reconocimiento de las injusticias y las desigualdades. Interés por la
búsqueda y práctica de formas de vida más justas. Participación en proyectos
que impliquen solidaridad dentro y fuera del centro.
·
Identidad personal, libertad y responsabilidad. Los interrogantes del ser
humano. Respeto a las diferencias personales.
·
Inteligencia, sentimientos y emociones. Las relaciones interpersonales.
Rechazo de la violencia como solución a los conflictos interpersonales.
·
Habilidades y actitudes sociales para la convivencia. Respeto por la
dignidad humana y los derechos fundamentales de las personas.
·
Los derechos humanos como referencia universal para la conducta humana.
Derechos cívicos y políticos.
·
Derechos económicos, sociales y culturales. Evolución, interpretaciones y
defensa efectiva de los derechos humanos.
·
Las diferencias sociales y culturales. Rechazo de las actitudes de
intolerancia, injusticia y exclusión.
·
Democracia y participación ciudadana.
·
Instituciones democráticas: fundamento y funcionamiento.
·
Los valores constitucionales. Correspondencia entre derechos y deberes
ciudadanos.
·
Factores que generan problemas y discriminaciones a distintos colectivos.
Valoración ética desde los derechos humanos. Propuestas de actuación.
·
La globalización y los problemas del desarrollo. Poder y medios de
comunicación.
·
Ciudadanía global. Desarrollo humano sostenible. Cooperación. Los
movimientos comprometidos en la defensa de los Derechos Humanos.
·
Los conflictos armados y la actuación de la comunidad internacional en su
resolución. Operaciones para establecer, mantener o consolidar la paz. La
defensa al servicio de la paz. La cultura de la paz.
·
Dignidad de la persona, igualdad en libertad y diversidad.
·
Causas y factores de la discriminación de las mujeres. Igualdad de derechos
y de hecho.
·
Alternativas a la discriminación. Prevención y protección integral de la
violencia contra las mujeres.
¿Qué sociedad
que se considere avanzada y justa puede obviar estos
conceptos, fundamentales en la educación de sus hijos / hijas, por
la consolidación del Estado de Derecho, de la propia Democracia?
Ya en su momento
(documento de la Comisión Permanente “Nueva
declaración sobre la Ley Orgánica de Educación – LOE – y sus desarrollos:
profesores de Religión y “Ciudadanía”, de 20 de junio de 2007), la Conferencia
Episcopal se pronunció al respecto:
“Las
disposiciones de la LOE y de sus desarrollos sobre “Educación para la
ciudadanía” han causado una creciente y comprensible preocupación en los padres
de alumnos. También han puesto en dificultades a los centros educativos. Por un
lado, los centros católicos o inspirados en la doctrina católica se verían
obligados por la Ley a introducir en su programación una asignatura que no
resulta coherente con su ideario, puesto que –según el actual currículo– no es
conforme con la Doctrina Social de la Iglesia, tanto por su carácter de formación
estatal obligatoria de las conciencias como por sus contenidos.”
No precisa de
comentario…
Y claro, ahora
aplauden la medida.
Y la la
Confederación Católica de Padres de Alumnos (Concapa) de Castilla-La Mancha
remata: la eliminación de la asignatura Educación para la Ciudadanía (sin “Derechos
Humanos”) es un "triunfo para la libertad de los ciudadanos" porque
supone el fin del "adoctrinamiento".
La Iglesia
Católica en contra del adoctrinamiento… ¿Qué será lo siguiente?
Comienza una
singular travesía del desierto para nuestra sociedad que vendrá marcada por un
importante retroceso social.
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